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Los cholombianos: la tribu urbana de la frontera que desapareció por el narcotráfico

«La cumbia rebajada que bailaban los cholombianos se creó por accidente, cuando una tornamesa que se sobrecalentó comenzó a reproducir el disco en velocidad menor»

Cholombianos
Imágenes gráficas de los Cholombianos | Vía Google

A mediados del siglo XX, la migración de colombianos a la República Mexicana trajo un paquete de importaciones culturales, que enriquecieron el ambiente cosmopolita de la Ciudad de México, donde los mencionados se asentaron principalmente. Más tarde que temprano, y como es habitual que lo que sucede en el centro y sur del país eventualmente termina ocurriendo en el norte, la cultura de los migrantes colombianos, sobre todo la cumbia, tocaron a los bigotudos y sombrerudos de Nuevo León, pero específicamente en Monterrey.


Sin embargo, aunque la migración de los sudamericanos ha sido notable en el país, existe una versión más específica sobre la introducción de la cumbia colombiana en Monterrey. De acuerdo al productor musical Toy Selectah, dicha música apareció gracias a un colombiano que por alguna razón no podía entrar a su país, por lo que en fiestas navideñas bajó con discos en mano de Houston, Texas hasta Nuevo León, y ya que en su natal patria la cumbia es música de navidad, no le pareció mal tocar los discos en mera celebración.


Desde entonces la popularidad de la cumbia colombiana escaló a niveles estratosféricos en la comunidad de Monterrey, sobre todo en la juventud. Que no sólo hicieron suyo el género, sino que desarrollaron todo un nuevo mundo relacionado. Los peinados, vestimenta y forma de bailar comenzaron a caracterizar a este grupo, que sería mundialmente conocido como: cholombianos.


Esta tribu urbana surgió durante los años sesenta. Serían fácilmente reconocibles por utilizar ropa de tallas extra grandes, que en la mayoría de los casos vestían camisas a cuadros o con estampado variado, camisetas con imágenes religiosas o con algo que informara a qué clica pertenecían; el corte de cabello era rapado de la parte de atrás, y con largos mechones peinados con gel que se extendían hacia ambos lados de la cara.


Las cumbias rebajadas: Un descubrimiento accidental


Por otro lado su forma de bailar agachada o encorvada casi tocando el suelo mientras tronaban las cumbias en las bocinas sería otra manera obvia se saber que había cerca un grupo de cholombianos echando los pasos prohibidos.


Más adelante, y por accidente, se crearía un nuevo género musical en medio de la fiebre por las cumbias colombianas: la cumbia rebajada. El responsable de su invención fue Gabriel Dueñez, sonidero de Monterrey. Cuando estaba trabajando en una fiesta, la tornamesa que reproducía un disco de cumbia colombiana se calentó y empezó a reproducir el disco a menor velocidad de lo común, algo que él personalmente no notó, pero el público sí.

Con el paso de las semanas los jóvenes cholombianos le pedían que tocara “las cumbias pero rebajadas”. Iniciaría entonces un gusto explosivo por las nuevas versiones lentas de cumbias ya famosas, como las de Celso Piña. Hasta el propio Dueñez creó cassettes de bandas cumbieras pero en su versión rebajada.


Por otro lado, lamentablemente esta tribu urbana del norte de México está extinta. Desaparecieron a partir de 2010 debido a la guerra contra el narcotráfico. A pesar de ser ajenos al tráfico de drogas y otros ilícitos, los carteles los vieron como amenaza por lo que comenzaron a eliminarlos. El primer ataque a una clica de cholombianos hizo que el resto se deshiciera de su vestimenta, peinado y bailes al ras del suelo.


La historia de los cholombianos en Monterrey puede verse en la aclamada e increíble película Ya no estoy aquí (Fernando Frías de la Parra, 2019). Está disponible en la plataforma de Netflix.



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