«Por las noches en las calles de la Balderrama, se aparecen terroríficos seres humanoides que buscan comer sólo una cosa...»
Dicen que a eso de las ocho de la noche, por la Balderrama aparecen seres caminantes de apariencia humanoide, que se escabullen entre las avenidas contiguas. Van con ropa agujereada, amarillenta, que se vuelve polvo con sólo andar. Sus cuerpos chupados son apenas iluminados por susurros de la luna menguante, por lo que sólo faros de automóviles revelan su presencia.
La desafortunada gente que coincide con ellos huye despavorida. Familias con hijos se pierden en las esquinas de las calles, conductores distraídos se estampan con señales de alto, pero algunos valientes transeúntes se acercan lo suficiente como para robarse selfies y grabar contenido efímero para redes sociales.
La inexpresión que mantuvieron como estatua se borra al arribar hasta una pequeña taquería iluminada por focos, perfumada por carbón, y musicalizada por el sonido de los cuchillos y la plática en cada mesa. Los terroríficos andantes de piel verde, ordenan, pagan y se sientan a la mesa.
Al morder los tacos de asada, la grasita hace implosión en la boca liberando el sabor a carbón y carnita. El queso, que claramente va en las quesadillas, es una sábana que mantiene tibia la carnita, con dos tortillas de harina como cobijas que resguardan la sorpresa de salsas y texturas. La costilla más grande que las cabezas de algunos de estos seres, es lo bastante llenador como para no pedir más. O bueno quizá sí.
Tras haberse echado su buena taquiza con guacamole, el cambio de humor es claro. Estos andantes verdes estaban muertos, pero de hambre, no querían degustar cerebros humanos, sino taquitos de asada. La sangre vuelve a circular por sus cuerpos, las pieles retoman volumen para después tomar en cada uno diferente color.
Los rostros en trance se borran para dibujar sonrisas, los agujeros en sus cráneos se rellenan ojos conmovidos por el sabor, y las barrigas se rellenan de júbilo al estar satisfechas por taquitos de carne asada.
De regreso a las calles, la euforia de estas personas contagia a los transeúntes, conductores y familias, que al seguir la pista de los pasos dan con la taquería que los regresó a la vida.
El cuarto episodio de Degustando Barrio Sonora: Taquería el Chambarete - En la forma de preparar el taco… ya se encuentra disponible en nuestro canal de YouTube. Te invitamos a mirarlo aquí abajo. No olvides dar me gusta, comentar y suscribirte para no perderte los futuros episodios y todo nuestro contenido.
Comments